FAYETTEVILLE – En la última semana de agosto, el presidente Biden firmó una orden ejecutiva para perdonar $10,000 dólares en préstamos estudiantiles federales para aquellos que ganen menos de $125,000 dólares al año o $250,000 si viven como pareja y declaran sus impuestos juntos.
Aquellos que han recibido becas Pell Grants recibirán una condonación de hasta $20,000 dólares sobre su deuda estudiantil. Además, se extendió el plazo para los pagos hasta el 31 de diciembre de este año; una moratoria que empezó a causas de la pandemia desde la pasada administración del presidente Trump, pero que fue extendiéndose con la llegada de Biden a la Casa Blanca.
Para analistas en impuestos, estas condonaciones podrían elevar los impuestos a los que se beneficien del perdón financiero adeudado durante sus años académicos. En la nación hay varios estados que aumentan impuestos cuando estudiantes piden préstamos federales por cualquier razón, incluyendo Arkansas; uno de los pocos estados que no se ajusta al Código de Rentas Internas de manera significativa.
Según Jared Walczak, vicepresidente de proyectos estatales de la Tax Foundation, la regla ordinaria es que una descarga de la deuda estudiantil constituye un ingreso imponible que debe prevalecer, aunque aún no se sabe cómo se va a comportar ese alivio financiero.
"Es difícil estar completamente seguro de cómo los estados tratarán la cancelación de la deuda de préstamos estudiantiles, pero esta lista se revisa en función de investigaciones adicionales y comentarios por fuentes oficiales", dijo Jared.
Pese a la duda que se genera de cómo cada estado maneja este alivio monetario contra los impuestos, la Delegación de Arkansas, compuesta por políticos republicanos, anunció que demandará a la administración Biden por ofender a los estudiantes que ya han pagado sus deudas estudiantiles.
"La medida de Biden de 'perdonar' los préstamos estudiantiles es un regalo para su base política y un insulto para los contribuyentes y todos los que cumplieron con sus obligaciones", dijo el senador por el estado de Arkansas, John Boozman, en su cuenta de Twitter.
Algunos residentes de Arkansas tampoco están de acuerdo con que se les perdone cierta deuda estudiantil a los que se pudiesen beneficiar de la orden ejecutiva de Biden. "Cualquiera que obtenga el préstamo estudiantil pagado, merece que se le cancele su título. Luego pueden decirle y explicarle a un posible empleador que tenían un título, pero que no se les entregó, porque rescindieron de él al no querer pagar su educación", dijo Stacy Leva.
El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, calificó el plan como un "mal uso de la autoridad ejecutiva", y sugirió que se debe hacer más para reducir permanentemente las tasas de interés y así surjan más oportunidades abiertas para estos estudiantes que desean una educación superior.
"Transferir la carga de aquellos que voluntariamente tomaron un préstamo a todos los contribuyentes es inconsistente con el ideal estadounidense de responsabilidad personal y desalentará aún más a aquellos que tomaron un camino diferente, incluido el trabajo o las escuelas de bajo costo", dijo el comunicado de el gobernador Hutchinson.
Según la Iniciativa de Datos Educativos, en Arkansas hay 390,000 estudiantes que han solicitado préstamos estudiantiles federales, de los cuales más del 50% tienen menos de 35 años de edad. La iniciativa indica que entre todos los adeudados han acumulado una deuda de $13 mil millones de dólares, los cuales se calculan que a cada solicitante se le ofrezca una cantidad de $33,333 para su educación. También se sabe que el 13% de los residentes de Arkansas tienen una deuda estudiantil, mientras que casi el 18% de estos alumnos deben menos de $5,000 dólares.
Ese es el caso de Katy Loaiza, una joven que cursó una licenciatura de economía en la universidad de Arkansas con base en Fayetteville. "Yo casi usé la mitad de mi préstamo federal, y aunque ya lo pagué, me hubiese gustado que el anuncio lo hubiesen hecho en aquel entonces", dijo Loaiza.
Analistas en finanzas dicen que nuestro estado se verá beneficiado con hasta $3 mil millones de dólares gracias a estas reducciones de préstamos estudiantiles.